viernes, 15 de octubre de 2010

Memorias del 2000. Cuando, Yo era Medico en Cuba.


Mi vecina P. me comentaba, que una amiga trabajadora del sexo  (prostituta), cuando salía en sus juergas por la noche y ganaba poco dinero, ella y sus compañeras de trabajo decían:
“Hoy hemos tenido un día de Medico”.
Después de 6 años de estudios de Medicina, tres de especialista en MGI y  tres de otra segunda especialidad, y más de 15 años de graduada de médico, cada día  tengo más necesidades básicas sin resolver como: vestirme, alimentarme, transportarme y de vivienda, que en la época de estudiante, que con solo 50 pesos cubanos compraba, suficiente comida en el mercadito paralelo de la esquina.
Todos mis compañeros del preuniversitario están llevando una vida profesional mucho más recompensada económicamente que la mía.
Los fines de semana, son para poder trabajar en casa, lo que no alcanzo a terminar en la semana, cuando no tengo guardias ó me toque dormir la postguardia. Estoy más familiarizada con los problemas de mis pacientes que con los de mi familia.
Me cuestiono porque a los 17 años cuando comencé en medicina, embullada por el novio del momento, no seguí mis verdaderas inclinaciones de ser periodista, ahora recuerdo mi madre:
“Los periodistas cuando terminan su carrera —ella me decía— no tiene trabajo y lo ponen sin hacer nada a llenar papeles en el Poder Popular”.
Tomo más café durante una consulta y un guardia médica que agua en el día. Extraño los días en que podía saber lo que pasaba con las películas del Festival de Cine de la Habana. Y para ponerle la tapa al pomo, siempre aparece el viejo del CDR que me cuestiona por no hacer guardias “además en el CDR” y faltar con regularidad a las obligadas reuniones de rendición de cuentas del cadavérico poder popular.
Cada día me distancio más, y me veo obligada a responder a las invitaciones con un "No puedo, inventando algo que hacer" ó  "no puedo tengo guardias” ó “estoy de post guardia”. Cuando la razón es que no tengo un vestido decente acorde a la ocasión, o mis zapatos están viejos y deteriorados, o no tengo los CUC necesario para comprarme un tinte para mis canas.
Muchas veces amanezco sin haberme acostado, y no por farandulera, la mayoría de las veces es porque los pacientes se complican en la madrugada durante la guardia. Al día siguiente después de luchar un transporte urbano aterrizo en mi apartamento subiendo a rastras los  5 pisos de mi edificio, después de trabajar más 24 horas de gratis y si son fines de semanas enlazo 15 días seguidos, sin descansar, por un salario de miseria ( 20 dolares al mes).
Yo pregunto:
¿Cuándo los médicos  especialista y profesores de la escuela de medicina, con más de 15 años de trabajo consagrado, podremos vivir con un salario superior a los 25 a 30 dólares por mes? ¿Acaso dentro de las mudanzas actuales la clase médica cubana, lograra un beneficio? —pero infelizmente me contesto a “mi misma”.
 ___¡”Mi misma”! despierta que NUNCA lograras un beneficio, a tiempo de envejeger en la nada cotidiana. 
 Mientras sea un objetivo del gobierno que pasemos dificultades y carencias, entonces nosotros estaremos más estimulados a brindarnos como esclavos para una misión en el extranjero, nuestra única vida será un infierno vestido de blanco empujada a lanzarse de esclava a cualquier oscuro rincón del mundo, desde donde le somos más rentables al gobierno y  a sus arcas. Para nosotros esa sería la única vía de comprarles un par de zapatos, a los crecientes pies de nuestros hijos adolescentes, y los medicamentos a nuestros ancianos padres.
Por eso cuando las trabajadoras del sexo hablan de un día de Medico ¿ya UD entenderá el por qué?
El Verdadero Médico Cubano, que se sienta libre de esto ó de algo parecido, que arroje la primera piedra.


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